Ahora que todo era perfecto y algo más que eso, me absorbiste el sexo y descendiste el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río. Me cuesta abrir los ojos y luego poco a poco no sea que aún te encuentre cerca, me guardo tu recuerdo como el mejor secreto, qué dulce fue tenerte dentro. Hay un trozo de luz en esta oscuridad, para prestarme calma; el tiempo todo calma.
Otro minuto en que no estás, una vez más mi vida se va detrás de ti; dejándome sin paz, sin mí. Mientras te sueño despierta en sábanas de soledad, le hago el amor a tu recuerdo; no resuelvo olvidarte… Odio las noches frías por robarte y al día por despertar y no encontrarte. Quiero ser luz para cubrirte y en sombras dibujarte y contarte como se muere y resucita al abrazarte, y que como yo nadie va a amarte, fui quien su cuerpo y su alma entregó…Mi eterno rey que nadie destronará; ni se borrará de mi memoria porque a mí siempre me quedará tu sonrisa, la voz suave del mar, el sabor de cada beso, vuelve a respirar el olor de tu piel, la lluvia que caerá sobre este cuerpo; y mojará el deseo de que vuelvas, la flor que crece en mí, cada segundo que viví junto a ti… Y volveré a reír, y cada día un instante volveré a pensar en ti.
Siempre me quedará la esperanza de que regresaras a la tempestad de mi alma, que calma y paz le darás.

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