~ ¿Me quieres? - Pues, claro. ~ ¿Cómo puedes estar seguro? - Pues, no sé… Pero lo estoy ~ Pero yo también podría ser cualquier otra - No ~ ¿Por qué no? - Porque tú eres la mejor - ¿La mejor qué? ~ Pues, la mejor chica. - ¿De todas, todas las chicas? ~ Pues, claro. - ¿Y cómo puedes saberlo? ~ Lo sé, y basta. - Te lo parece… ~ Dale, me lo parece. - ¿Lo ves? ~ ¿El qué? - Que no estás seguro. ~ ¿Te has vuelto loca o qué? - ¿Y si nunca me hubieras conocido? ~ Entonces, ¿qué? - Pues, que ahora le estarías contando eso a otra. ~ No hace falta que lo digas si no quieres escucharlo. - No quiero escuchar nada, quiero saber lo que sientes. ~ Muy bien… Siento… Siento que tú eres la mejor. - Tus sentimientos… ¿Quiénes son tus sentimientos? ~ Pues, yo…El corazón. - ¿Y te dice: “hey hola, es esa de ahí!”? ~ Exacto. - ¿Y tú le dices: “Dale, muchas gracias por la información. Hasta la próxima, adiós”? ~ Exacto - ¿Y tú haces todo lo que te dicta tu corazón? ~ Bueno… Él no dice nada, simplemente… Siente.
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